Convertirse en un fugitivo: Harriet Tubman dejó atrás su vida de esclava en Maryland y corrió el riesgo de ser capturada, torturada y muerta por las autoridades que la perseguían como fugitiva. También se separó de su familia y enfrentó la amenaza constante de ser recapturada y esclavizada nuevamente.
Enfrentando peligro físico: Para ayudar a sus compañeros esclavizados, Harriet Tubman tuvo que soportar viajes agotadores a través del ferrocarril subterráneo. Implicaba navegar rutas peligrosas, cruzar ríos traicioneros y evadir a los cazadores de esclavos que tenían como objetivo capturar y devolver a los esclavos fugitivos.
Dificultades del ferrocarril subterráneo: Arriesgó su propia seguridad guiando a esclavos fugitivos a través de terrenos desafiantes, enfrentando condiciones climáticas traicioneras, evadiendo patrullas de esclavos y coordinando fugas mientras ocultaba sus movimientos e identidad.
Riesgos para la salud: Las extenuantes actividades de Harriet Tubman, el estrés de sus misiones clandestinas y las duras condiciones en el ferrocarril subterráneo provocaron dolencias físicas duraderas, incluidos fuertes dolores de cabeza y enfermedades debilitantes.
Vida personal limitada: Harriet Tubman dedicó su vida a ayudar a los demás y tuvo oportunidades limitadas para construir su vida personal. Sacrificó la comodidad personal, las relaciones y el tiempo familiar para priorizar la libertad y la seguridad de los demás.
Pérdida de seres queridos: Desafortunadamente, algunas personas esclavizadas que intentó rescatar fueron recapturadas o no sobrevivieron a los traicioneros viajes hacia la libertad. Ser testigo del sufrimiento de aquellos a quienes dejó atrás probablemente le pasó factura emocional.
Miedo constante a la traición: Harriet Tubman enfrentó la constante amenaza de traición por parte de personas que podían proporcionar información sobre sus actividades a los dueños de esclavos o cazarrecompensas. Este miedo añadió ansiedad y estrés constantes a su vida.
Peaje emocional y psicológico: Guiar a personas esclavizadas hacia la libertad mientras evadían la captura y enfrentaban diversos desafíos tuvo un costo emocional y psicológico significativo para Harriet Tubman, moldeando sus experiencias personales, sus relaciones y su bienestar general.
A pesar de los sacrificios que tuvo que hacer, el compromiso inquebrantable de Harriet Tubman con la libertad y su valentía como abolicionista finalmente le valieron el estatus de heroína reconocida y un ícono en la historia de la lucha contra la esclavitud.