El uso del nombre "hoovervilles" pretendía ser un comentario crítico sobre la inacción percibida del gobierno y su incapacidad para brindar ayuda a los afectados por la recesión económica. Sugirió que estas comunidades eran una consecuencia directa de las políticas de Hoover o de la falta de ellas, y que él era responsable de las dificultades que enfrentaban las personas que vivían en estos barrios marginales.
El nombre "hoovervilles" se convirtió en un símbolo del sufrimiento económico y la dislocación social causada por la Gran Depresión. Fue un reflejo de la frustración y el descontento del público con el manejo de la crisis económica por parte del gobierno y sirvió como un recordatorio de las condiciones desafiantes que muchos estadounidenses se vieron obligados a soportar durante ese tiempo.