Al ser una parada importante en las rutas comerciales que cruzaban el Sahara, los comerciantes del norte de África también tenían fácil acceso a Taghaza, lo que permitía el intercambio.
En general, la importancia de Taghaza deriva de la abundancia de este bien esencial y su accesibilidad. La sal extraída de sus minas contribuyó significativamente al comercio regional, facilitó la actividad comercial, influyó en las prácticas dietéticas y dio forma a las interacciones sociales en muchas sociedades medievales de África occidental.