La razón principal por la que África Occidental no fue una colonia de colonos es que la región ya estaba densamente poblada por pueblos indígenas. Por el contrario, América del Norte, Australia y Nueva Zelanda estaban prácticamente vacías cuando llegaron los europeos, lo que les permitió establecer asentamientos a gran escala.
Otra razón por la que África occidental no fue una colonia de colonos es que el clima no era tan propicio para los asentamientos europeos. La región es cálida y húmeda y propensa a enfermedades como la malaria y la fiebre amarilla. Esto dificultó que los europeos vivieran en África occidental durante largos períodos de tiempo.
Como resultado de estos factores, África occidental siguió siendo una región dominada por pueblos indígenas durante todo el período colonial. Las potencias europeas no intentaron desplazar a los pueblos indígenas, sino que se centraron en explotar los recursos de la región y comerciar con sus habitantes.