- Pérdida de vidas: La Revolución Haitiana fue uno de los conflictos más sangrientos de América, con unas 350.000 personas muertas. La mayoría de los muertos eran esclavos que murieron en batalla o murieron por enfermedades o hambre.
- Perturbación económica: La revolución causó una perturbación económica generalizada en Haití. Muchas plantaciones fueron destruidas o abandonadas y la infraestructura del país sufrió graves daños. Como resultado, la economía de Haití estuvo en ruinas durante muchos años después de la revolución.
- Inestabilidad política: La revolución condujo a un período de inestabilidad política en Haití. El país estuvo gobernado por una serie de gobiernos débiles y corruptos, y hubo varios intentos de golpes de estado y guerras civiles. Esta inestabilidad dificultó que Haití pudiera atraer inversión extranjera y reconstruir su economía.
- Desigualdad social: La revolución no condujo a la eliminación completa de la desigualdad social en Haití. De hecho, la revolución creó una nueva élite de terratenientes y comerciantes ricos. Esta clase de élite dominó la política y la economía de Haití durante muchos años después de la revolución y, a menudo, explotaron a la mayoría pobre.
- Aislamiento internacional: La Revolución Haitiana hizo que Haití quedara aislado de la comunidad internacional. El país fue visto como una amenaza para otras sociedades esclavistas de América y no fue reconocido por ningún otro país hasta 1825. Este aislamiento dificultó que Haití obtuviera asistencia financiera y apoyo de otros países.