1. Riego: Los egipcios construyeron un elaborado sistema de canales, presas y embalses para controlar el flujo del río Nilo y distribuir agua a sus campos. Esto les permitió regar sus cultivos durante la estación seca y expandir su producción agrícola más allá de la estrecha franja de tierra fértil a lo largo del río.
2. Sombras y norias: Los egipcios utilizaban varios dispositivos para elevar agua, como shadoofs (un sistema simple de palanca y cubo) y ruedas hidráulicas para elevar agua del Nilo y canales para irrigar sus campos.
3. Riego por cuenca: Los egipcios desarrollaron un método único de riego por cuenca, en el que inundaban grandes extensiones de tierra con agua del Nilo durante la inundación anual y luego plantaban sus cultivos en el limo fértil que quedaba a medida que el agua retrocedía.
4. Rotación de cultivos: Para mantener la fertilidad del suelo y prevenir la acumulación de plagas y enfermedades, los egipcios practicaban la rotación de cultivos, alternando diferentes cultivos en el mismo campo a lo largo del tiempo.
5. Cultivos intercalados: Los egipcios también utilizaban cultivos intercalados, plantando diferentes cultivos juntos en el mismo campo, para maximizar el uso de los recursos disponibles y reducir el riesgo de malas cosechas.
6. Agricultura en terrazas: En áreas con terrenos inclinados, los egipcios construyeron terrazas para frenar el escurrimiento del agua y prevenir la erosión del suelo, lo que les permitió cultivar en terrenos que de otro modo serían difíciles.
7. Adaptación de Cultivos: Los antiguos egipcios cultivaban cultivos que se adaptaban bien al clima desértico, como trigo, cebada, lentejas y lino, que toleraban las altas temperaturas y los bajos requerimientos de agua.
8. Fertilizantes: Los egipcios utilizaban estiércol y otros materiales orgánicos como fertilizantes para mejorar la fertilidad del suelo y aumentar el rendimiento de los cultivos.
Combinando estas técnicas y su profundo conocimiento del entorno local, los antiguos egipcios pudieron transformar el desierto en un paisaje agrícola productivo que sostuvo su civilización durante miles de años.