El principal interés de Gran Bretaña en Egipto era asegurarse el control del Canal de Suez. El canal, que se completó en 1869, proporcionó una ruta directa entre el Mar Mediterráneo y el Océano Índico, reduciendo significativamente el tiempo y el costo de los viajes entre Europa y Asia. Gran Bretaña consideraba que el control del canal era vital para sus intereses imperiales y su capacidad para defender sus remotas colonias.
Protegiendo las rutas comerciales a la India
La India era la joya de la corona del Imperio Británico y Egipto estaba estratégicamente ubicado en las rutas comerciales hacia la India. Al controlar Egipto, Gran Bretaña podría proteger estas rutas comerciales vitales y garantizar el flujo continuo de bienes y recursos de la India a Gran Bretaña.
Mantener su influencia regional
Gran Bretaña también estaba interesada en mantener su influencia y poder regional en Medio Oriente y el norte de África. Egipto era una potencia importante en la región y, al controlar Egipto, Gran Bretaña podía ejercer su influencia sobre la región en general.
Acceso a los recursos naturales
Egipto también era una fuente de valiosos recursos naturales, como el algodón y el petróleo. Gran Bretaña estaba ansiosa por asegurar el acceso a estos recursos para apoyar sus industrias y economía nacionales.