La esclavitud requiere opresión, deshumanización y abuso de poder sistemáticos, y las sociedades actuales cuentan con diversos mecanismos legales, éticos y sociales para evitar que tales prácticas vuelvan a ocurrir. Sin embargo, es esencial permanecer alerta y proactivo en la lucha contra la discriminación, el racismo y cualquier forma de opresión que pueda contribuir a la posibilidad de condiciones similares a la esclavitud.