1. Azotes: Esto implicaba golpear a la víctima con un látigo, bastón de mimbre u otros instrumentos, lo que a menudo provocaba dolor intenso y heridas abiertas.
2. Decapitación: La decapitación era una forma común de ejecución, generalmente realizada con espada o hacha.
3. Crucifixión: La víctima era clavada en una cruz de madera, ya fuera viva o después de haber sido asesinada, y se la dejaba morir lentamente por exposición, deshidratación o pérdida de sangre.
4. Ling Chi: También conocido como "corte lento" o "muerte por mil cortes", este método consistía en cortar el cuerpo de la víctima con un cuchillo, empezando por las extremidades y avanzando gradualmente hacia los órganos vitales.
5. Submarino: A la víctima se le cubrió el rostro con un paño y se le vertió agua, provocándole una sensación de ahogamiento y un intenso malestar psicológico.
6. Tortura de bambú: Se introdujeron brotes de bambú afilados debajo de las uñas de la víctima, a través de los canales auditivos o en otras partes sensibles del cuerpo, causando un dolor insoportable y daño a los tejidos.
7. Doncella de Hierro: Dispositivo que se asemeja a una figura humana con púas en el interior, en el que se colocaba a la víctima, causándole lesiones graves o la muerte.
8. Aplastamiento de huesos: Las extremidades o los huesos de la víctima fueron aplastados con objetos pesados, como piedras o rodillos metálicos.
9. El estante: La víctima fue estirada y contorsionada sobre un dispositivo llamado bastidor, dislocando las articulaciones y causándole un dolor inmenso.
10. Tornillos de mariposa: Se utilizan dispositivos metálicos para aplastar los pulgares o los dedos de la víctima, provocando una intensa agonía.
Estos métodos de tortura fueron a menudo empleados por el gobierno imperial, las autoridades locales y los oficiales militares para castigar a criminales, rebeldes, opositores políticos y otras personas que se consideraba que habían violado la ley o alterado el orden social.