1. Reformas políticas: Japón adoptó una monarquía constitucional, estableció la Dieta Imperial e introdujo un sistema parlamentario bicameral basado en modelos occidentales.
2. Modernización militar: Japón reorganizó y modernizó su ejército, adoptando estrategias, tácticas y tecnologías militares occidentales.
3. Industrialización: Los líderes japoneses se centraron en la industrialización, promoviendo el crecimiento de industrias modernas como la textil, la construcción naval y la producción de acero.
4. Reformas educativas: Japón estableció un sistema educativo moderno, brindando educación primaria universal y enfatizando la educación científica y tecnológica.
5. Reformas legales: Japón adoptó un nuevo código civil basado en principios legales occidentales, reformando su sistema judicial y modernizando sus leyes.
6. Cambios sociales: Japón vio el surgimiento de una nueva clase media urbana, la expansión de los derechos y la educación de las mujeres y el declive gradual de la estructura de clases feudales.
7. Relaciones exteriores: Japón surgió como un actor importante en la política internacional, estableciendo relaciones diplomáticas con países occidentales, negociando acuerdos comerciales y expandiendo sus territorios.
8. Expansión colonial: Japón participó en una expansión colonial, incluida la anexión de Corea, Taiwán y partes de China, buscando asegurar recursos y expandir su influencia.
9. Intercambio Cultural: Japón adoptó la cultura occidental, incluida la literatura, el arte y la filosofía, preservando al mismo tiempo sus valores y costumbres tradicionales.
10. Sistema Emperador: La Restauración Meiji fortaleció el papel del emperador como símbolo de unidad nacional y como figura central en el proceso de modernización.
En resumen, la Restauración Meiji marcó un alejamiento significativo del pasado aislacionista de Japón y condujo a la rápida transformación del país en un Estado-nación moderno que desempeñaría un papel importante en los asuntos globales en los años venideros.