La bomba atómica se utilizó dos veces durante la Segunda Guerra Mundial, ambas contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Los bombardeos provocaron la muerte de cientos de miles de personas y la destrucción de gran parte de ambas ciudades.
Hiroshima
La primera bomba atómica fue lanzada sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945. La bomba explotó sobre el centro de la ciudad y mató instantáneamente a unas 70.000 personas. Decenas de miles más murieron en las semanas y meses siguientes a causa de los efectos de la enfermedad por radiación.
Nagasaki
La segunda bomba atómica fue lanzada sobre Nagasaki el 9 de agosto de 1945. La bomba explotó sobre la zona industrial de la ciudad y mató a unas 35.000 personas. Decenas de miles más murieron en las semanas y meses siguientes a causa de los efectos de la enfermedad por radiación.
Los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki provocaron la rendición de Japón y el fin de la Segunda Guerra Mundial. También plantearon serias dudas sobre la ética del uso de armas nucleares y el potencial de una guerra nuclear.