En China, votar no es obligatorio. Sin embargo, el gobierno anima a los ciudadanos a participar en el proceso electoral. En los últimos años, la participación electoral ha ido en aumento. En las elecciones al Congreso Nacional del Pueblo de 2017, por ejemplo, la participación electoral superó el 90%.
La votación en China se realiza mediante voto secreto. Esto significa que los votantes pueden emitir su voto sin temor a ser castigados o intimidados. Sin embargo, se han planteado algunas preocupaciones sobre la imparcialidad de las elecciones en China. Algunos críticos alegan que el gobierno utiliza diversos métodos para influir en el resultado de las elecciones, incluidos el fraude electoral, la intimidación y la vigilancia.
A pesar de estas preocupaciones, en general se considera que las elecciones en China son justas y transparentes. El gobierno chino ha hecho esfuerzos para mejorar el proceso electoral en los últimos años, y estos esfuerzos se han reflejado en una mayor participación electoral y ciudadana.