Movilización y reconversión industrial: En respuesta a la declaración de guerra, el gobierno de Estados Unidos movilizó rápidamente sus recursos y comenzó una conversión industrial masiva para apoyar el esfuerzo bélico. Esto incluyó aumentar la producción de equipo, armas y suministros militares, así como convertir fábricas para producir bienes relacionados con la guerra.
Formación de la coalición aliada: Estados Unidos unió fuerzas con otras naciones aliadas para formar las Naciones Unidas, una alianza internacional destinada a derrotar a las potencias del Eje. Esta alianza incluía a Gran Bretaña, la Unión Soviética, China y muchos otros países.
Operaciones militares en el Pacífico: Estados Unidos participó en una serie de campañas y operaciones militares en el teatro del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial. Estos incluyeron batallas y conflictos en Filipinas, las Islas Gilbert y Marshall, las Islas Marianas y Filipinas, entre otros.
Bombas atómicas: En agosto de 1945, Estados Unidos lanzó bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Estos bombardeos provocaron la muerte de cientos de miles de civiles y, en última instancia, condujeron a la rendición de Japón y al fin de la Segunda Guerra Mundial.
Ocupación y reconstrucción de posguerra: Tras la rendición de Japón, Estados Unidos ocupó Japón durante varios años y desempeñó un papel importante en su reconstrucción y democratización de posguerra. Esto incluyó implementar reformas económicas, establecer una nueva constitución y brindar asistencia para la reconstrucción del país.