1. El deseo de Japón de expandir su imperio. Japón era una nación rápidamente industrializada con una población en crecimiento y necesitaba acceso a recursos para impulsar su economía. Estados Unidos era un importante proveedor de petróleo, caucho y otros materiales críticos, y Japón quería controlar estos recursos.
2. El apoyo de Estados Unidos a China. China estaba librando una guerra contra Japón y Estados Unidos estaba brindando apoyo financiero y militar a China. Japón quería poner fin a este apoyo y creía que atacar Pearl Harbor obligaría a Estados Unidos a mantenerse al margen de la guerra.
3. La creencia de Japón de que Estados Unidos era débil. Japón había estudiado al ejército estadounidense y creía que Estados Unidos no estaba preparado para la guerra. Japón también creía que el pueblo estadounidense no estaba dispuesto a librar una guerra larga y sangrienta.
4. El factor sorpresa. Japón quería atacar Pearl Harbor sin previo aviso, para que Estados Unidos no tuviera tiempo de prepararse. Esto daría a Japón una ventaja significativa en las primeras etapas de la guerra.
El ataque a Pearl Harbor fue un éxito desde la perspectiva de Japón. Destruyó gran parte de la Flota del Pacífico de Estados Unidos y obligó a Estados Unidos a entrar en la guerra. Sin embargo, el ataque también llevó a que Estados Unidos se convirtiera en un actor importante en la guerra y ayudó a cambiar el rumbo contra Japón.