La Ley de Carreteras Interestatales de 1956 fue firmada por el presidente Dwight D. Eisenhower el 29 de junio de 1956. Autorizó la construcción de 41.000 millas (66.000 km) de carreteras interestatales a un costo de 26.000 millones de dólares (equivalente a 283.000 millones de dólares en 2021). La ley fue el proyecto de obras públicas más grande en la historia de Estados Unidos y tuvo un profundo impacto en el desarrollo del país.
Antes de la Ley de Carreteras Interestatales, la gran mayoría de los viajes en los Estados Unidos se realizaban por carreteras locales y estatales. Estas carreteras eran a menudo estrechas, mal mantenidas y congestionadas. Además, no existía conexión directa entre las diferentes regiones del país. La Ley de Carreteras Interestatales cambió todo esto al crear una red nacional de autopistas de alta velocidad y acceso limitado que hicieron que viajar fuera más rápido, más fácil y más seguro.
La construcción del sistema de carreteras interestatales tuvo otros efectos positivos en la economía de los Estados Unidos. Creó millones de empleos, ayudó a estimular el crecimiento económico e hizo posible que las empresas movieran sus productos de manera más eficiente. El sistema de carreteras interestatales también hizo posible que las personas viajaran más fácilmente a parques nacionales y otros destinos turísticos, lo que ayudó a impulsar la industria del turismo.
La Ley de Carreteras Interestatales de 1956 se considera una de las leyes más importantes de la historia de Estados Unidos. Tuvo un profundo impacto en el desarrollo del país y continúa beneficiando a los estadounidenses hasta el día de hoy.