El conflicto entre Siria y Estados Unidos se remonta a la década de 1950, cuando Siria se alineó con la Unión Soviética durante la Guerra Fría. A lo largo de los años, las tensiones han aumentado debido a varias cuestiones:
1. Apoyo a las facciones opuestas: Estados Unidos apoya a ciertos grupos rebeldes que luchan contra el gobierno sirio liderado por el presidente Bashar al-Assad, a quien Estados Unidos y sus aliados han acusado de crímenes de guerra y abusos contra los derechos humanos. Assad, por otra parte, recibe respaldo de Rusia, Irán y otros aliados regionales.
2. Acusaciones de armas químicas: El gobierno sirio ha sido acusado repetidamente de utilizar armas químicas contra civiles y grupos rebeldes. En respuesta, Estados Unidos y sus aliados han llevado a cabo varios ataques militares contra supuestas instalaciones de armas químicas en Siria.
3. Guerra por poderes y rivalidad regional: Siria se ha convertido en un campo de batalla indirecto en una lucha regional más amplia por la influencia. Arabia Saudita y los países suníes de la región apoyan a los grupos rebeldes que se oponen a Assad, mientras que Irán respalda al gobierno sirio junto con Rusia y el Hezbollah libanés. Estados Unidos está involucrado en el conflicto en parte para contrarrestar la influencia regional de Irán.
4. Impacto sobre los civiles :La guerra civil siria ha tenido enormes consecuencias humanitarias, con importantes desplazamientos, pérdidas de vidas y abusos contra los derechos humanos documentados por las Naciones Unidas y organizaciones de derechos humanos. Tanto el gobierno sirio como los grupos rebeldes han sido responsabilizados por crímenes de guerra.
5. Intervención de Estados Unidos :Desde 2014, Estados Unidos ha llevado a cabo ataques aéreos en Siria contra militantes de ISIS como parte de una coalición multinacional. Sin embargo, su participación militar directa en el conflicto contra el gobierno sirio ha sido limitada en comparación con algunos de sus aliados regionales y Rusia.
Las complejas interacciones de intereses geopolíticos, guerras por poderes, preocupaciones por los derechos humanos y el deseo de combatir el extremismo han contribuido a las relaciones tensas y a los enfrentamientos ocasionales entre Siria y Estados Unidos.