La ley de Kansas Nebraska profundizó aún más la división entre el Norte y el Sur, alimentando una mayor tensión y conflicto entre facciones pro-esclavitud y anti-esclavitud. El conflicto resultante en Kansas, conocido como "Kansas sangrante", marcado por enfrentamientos entre colonos pro y antiesclavistas, sólo intensificó las divisiones entre las dos regiones y llevó al país al borde de la guerra civil. También condujo al ascenso del Partido Republicano, compuesto predominantemente por activistas contra la esclavitud que se oponían a la extensión de la esclavitud a nuevos territorios. El eventual dominio del partido en el Norte contribuyó en última instancia a la elección de Abraham Lincoln como presidente en 1860 y al posterior estallido de la guerra civil al año siguiente.
En conclusión, la ley de Kansas Nebraska tuvo un impacto profundo y desestabilizador en la armonía seccional en los Estados Unidos. Al derogar el Compromiso de Missouri e introducir el principio de soberanía popular, reavivó el debate sobre la expansión de la esclavitud y profundizó las divisiones entre el Norte y el Sur. El conflicto que siguió en Kansas intensificó aún más las tensiones, lo que llevó a la guerra civil y a la remodelación del panorama político de la nación.