2. Derrotas militares: El ejército de la Unión había obtenido una serie de victorias importantes en la guerra, incluidas la Batalla de Gettysburg y la Batalla de Vicksburg. Estas victorias dieron a la Unión el control del río Mississippi y dividieron la Confederación en dos. El ejército confederado también fue derrotado en varias otras batallas en 1864 y 1865, lo que debilitó aún más su posición.
3. Divisiones políticas: La Confederación también estuvo plagada de divisiones políticas. El presidente Jefferson Davis era impopular entre muchos líderes confederados y hubo desacuerdos sobre cómo conducir la guerra. Esto dificultó que la Confederación se uniera y coordinara sus esfuerzos.
4. Colapso económico: La economía confederada estaba en ruinas en 1865. El bloqueo de la Unión había aislado al Sur de sus principales fuentes de comercio y la Confederación no podía producir suficientes bienes para satisfacer sus necesidades. Esto provocó una inflación generalizada y escasez de alimentos y suministros.
5. Pérdida de moral: El ejército y el pueblo confederados estaban perdiendo la moral en 1865. La guerra duraba cuatro años y mucha gente estaba cansada de luchar. El ejército confederado también sufría una alta tasa de enfermedades, lo que erosionaba aún más su moral.
Todos estos factores se combinaron para conducir a la rendición del ejército confederado en el Palacio de Justicia de Appomattox el 9 de abril de 1865.