Hubo varias razones por las que las familias se separaron durante la Guerra Civil. Algunas familias estaban divididas debido a sus creencias políticas. Otros estaban divididos por la ubicación de sus casas. Por ejemplo, las familias que vivían en estados fronterizos como Maryland y Kentucky a menudo quedaron divididas por la guerra, ya que estos estados no se separaron de la Unión pero permitieron la esclavitud. Otras familias más se dividieron debido a sus intereses económicos. Por ejemplo, algunos terratenientes ricos del Sur apoyaron a la Confederación porque temían que la liberación de los esclavos condujera a la destrucción de su sistema económico.
La separación de familias fue una experiencia traumática para muchos estadounidenses. Significaba que las familias a menudo quedaban separadas de sus seres queridos durante años y, en algunos casos, para siempre. La guerra también provocó una gran amargura y resentimiento entre miembros de la familia que tenían opiniones políticas opuestas. En los años posteriores a la guerra, muchas familias lucharon por reconstruir sus relaciones.