Algunos colonos también buscaron una mayor autonomía del dominio británico, mientras que otros fueron más radicales y abogaron por una independencia total de Gran Bretaña. Sin embargo, el enfoque principal al comienzo de la Revolución Americana fue resistir políticas británicas específicas y preservar los derechos de los colonos dentro del Imperio Británico.
Los colonos expresaron sus quejas a través de diversos medios, incluidas peticiones, protestas y boicots. También formaron milicias para defenderse de posibles acciones militares del gobierno británico. El Boston Tea Party de diciembre de 1773 fue un importante acto de protesta que intensificó aún más las tensiones entre los colonos y las autoridades británicas.
En general, los objetivos iniciales de los colonos en 1775 eran defender sus derechos, resistir políticas opresivas y asegurar un mayor grado de autogobierno dentro del Imperio Británico. La idea de una independencia total y la creación de una nueva nación se desarrollaría más adelante en el curso de la Revolución Americana.