1. Ley de Inmigración de 1824: Esta ley buscaba regular la inmigración a Texas exigiendo a los colonos extranjeros que obtuvieran un pasaporte y un permiso del gobierno mexicano. También exigía que los colonos se convirtieran en ciudadanos mexicanos o afrontaran la posibilidad de expulsión.
2. Derechos de importación sobre productos estadounidenses: El gobierno mexicano impuso derechos de aduana a los bienes importados, incluidos los traídos por los colonos estadounidenses, como parte de sus esfuerzos por proteger sus industrias nacionales.
3. Restricciones a la esclavitud: México abolió la esclavitud en 1829, mientras que en ese momento la esclavitud era legal en Estados Unidos. Los colonos estadounidenses en Texas que practicaban la esclavitud debían liberar a sus esclavos o enfrentar consecuencias legales.
4. Tolerancia religiosa: La constitución mexicana garantizaba la libertad religiosa, permitiendo a los colonos estadounidenses de diversos orígenes religiosos practicar su fe en Texas sin restricciones significativas.
5. Restricciones a la propiedad de la tierra: El gobierno mexicano estableció ciertas restricciones a la propiedad de la tierra, exigiendo que los extranjeros solicitaran concesiones de tierras y cumplieran condiciones y obligaciones específicas como propietarios.
Es importante señalar que la relación entre el gobierno mexicano y los colonos estadounidenses en Texas fue compleja y evolucionó con el tiempo. Algunos colonos estadounidenses experimentaron tensiones y conflictos con las autoridades mexicanas, mientras que otros lograron coexistir pacíficamente y asimilarse a la sociedad mexicana.