El Boston Tea Party, que tuvo lugar el 16 de diciembre de 1773, fue un acto de desafío a la autoridad británica. Un grupo de colonos, disfrazados de indios Mohawk, abordaron tres barcos en el puerto de Boston y arrojaron 342 cajas de té al agua. Este acto de desobediencia civil fue un poderoso símbolo del rechazo de los colonos al dominio británico y su determinación de proteger sus derechos y libertades.
El Boston Tea Party tuvo importantes consecuencias y marcó un punto de inflexión en la relación entre los británicos y los colonos. El gobierno británico respondió con la aprobación de las Leyes Coercitivas, también conocidas como Leyes Intolerables, que eran una serie de medidas punitivas destinadas a castigar a los colonos por sus acciones. Estos actos exacerbaron aún más las tensiones entre los británicos y los colonos y contribuyeron al creciente movimiento por la independencia.
El Boston Tea Party es a menudo visto como un símbolo de la Revolución Americana y la lucha de los colonos por la libertad y la autodeterminación. Marcó un punto sin retorno en la relación entre los británicos y los colonos, lo que condujo al eventual estallido de la Guerra Revolucionaria Americana en 1775.