1) La intervención internacional, particularmente de Gran Bretaña y Francia, fue crucial para ambos lados del conflicto. Es casi seguro que la intervención directa de cualquiera de estas superpotencias europeas habría alterado el curso de la guerra.
2) Una estrategia más agresiva y decisiva por parte de la Confederación al principio de la guerra podría haberles permitido asegurar sus fronteras antes.
3) Una división entre los demócratas del Norte y del Sur podría haber debilitado la capacidad de la Unión para continuar la guerra.
4) Un acuerdo diplomático entre el Norte y el Sur podría haber puesto fin a la guerra antes de que la Confederación fuera completamente derrotada.
Sin embargo, es importante recordar que la Unión tenía varias ventajas sobre la Confederación, incluida una población más grande, más recursos industriales y un ejército más experimentado. La Confederación habría necesitado superar todas estas ventajas para poder ganar la guerra.