El Proyecto Manhattan logró desarrollar dos tipos de bombas atómicas:la bomba de uranio y la bomba de plutonio. La bomba de uranio, cuyo nombre en código "Little Boy", utilizó uranio altamente enriquecido como material fisionable. La bomba de plutonio, cuyo nombre en código es "Fat Man", utilizó plutonio-239, un isótopo radiactivo del plutonio que se producía en reactores nucleares.
El Proyecto Manhattan provocó los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki en Japón en agosto de 1945. Estos bombardeos provocaron la muerte de cientos de miles de civiles japoneses y, en última instancia, condujeron a la rendición de Japón, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.
El desarrollo de la bomba atómica tuvo consecuencias profundas y de largo alcance para el mundo. Marcó el comienzo de la era de las armas nucleares y marcó el comienzo de la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. El Proyecto Manhattan también planteó importantes cuestiones éticas y morales con respecto al uso de tecnología tan destructiva.