Si no existiera la fuerza centrífuga, los objetos que giran volarían en línea recta. Por ejemplo, si hicieras girar una pelota atada a una cuerda, la pelota se alejaría de ti en línea recta. Esto se debe a que no habrá fuerza que tire de la pelota hacia usted.
De manera similar, si no existiera la fuerza centrífuga, los objetos en órbita se alejarían de su objeto central en línea recta. Esto se debe a que no habría ninguna fuerza que los hiciera moverse en una trayectoria circular.
En resumen, la fuerza centrífuga es esencial para mantener los objetos en rotación y en órbita.