Irlanda permaneció neutral durante la Segunda Guerra Mundial. Esta neutralidad fue el resultado de una serie de factores, entre ellos:
* La historia de opresión de Irlanda por parte de Gran Bretaña, que la hizo renuente a tomar partido en una guerra entre Gran Bretaña y Alemania.
* El deseo de Irlanda de evitar la destrucción y pérdida de vidas que se habían producido en otros países europeos durante la Segunda Guerra Mundial.
* La dependencia económica de Irlanda de Gran Bretaña, que hizo difícil cortar el comercio con Gran Bretaña y unirse a las potencias aliadas.
A pesar de su neutralidad, Irlanda brindó cierta asistencia a los aliados, como permitir que los aviones aliados utilizaran los aeródromos irlandeses y brindar atención médica a los soldados aliados. Sin embargo, Irlanda no declaró oficialmente la guerra a Alemania hasta 1945, unas semanas antes del final de la guerra.