Entrada a la Guerra: En 1917, Estados Unidos declaró la guerra a Alemania, uniéndose a las potencias aliadas. Esta decisión estuvo influenciada por una serie de factores, incluida la reanudación de la guerra submarina sin restricciones por parte de Alemania, que amenazaba la navegación y las vidas estadounidenses, así como la revelación del Telegrama Zimmermann, una propuesta diplomática alemana que intentaba asegurar una alianza con México contra el Estados Unidos.
Movilización e Impacto Económico: Estados Unidos movilizó su economía y su sociedad para apoyar el esfuerzo bélico. Esto implicó formar un gran ejército y una marina, aumentar la producción de materiales de guerra e implementar diversas medidas de control económico. La guerra tuvo un impacto significativo en la economía estadounidense, impulsando ciertas industrias mientras perturbaba otras y provocaba inflación y escasez.
Influencia en la política exterior de EE.UU.: La experiencia de la Primera Guerra Mundial moldeó la política exterior estadounidense después de la guerra. Reforzó la idea del excepcionalismo estadounidense y la noción de que Estados Unidos tenía la responsabilidad de promover la democracia y oponerse a la tiranía en el mundo. La guerra también llevó a una reevaluación del aislacionismo estadounidense, y algunos abogaron por una mayor participación en los asuntos internacionales y el establecimiento de organizaciones internacionales para prevenir conflictos futuros.
Sociedad de Naciones: Estados Unidos jugó un papel de liderazgo en la creación de la Liga de Naciones, una organización internacional destinada a prevenir guerras futuras. Sin embargo, el Senado de Estados Unidos finalmente rechazó el Tratado de Versalles, que estableció la Liga, debido a preocupaciones sobre la soberanía del país y el posible enredo en disputas europeas.
Aislacionismo de posguerra: Después de la Primera Guerra Mundial, hubo un fuerte sentimiento público a favor de volver a políticas aislacionistas. Estados Unidos se retiró de Europa y redujo su presencia militar en el extranjero. Sin embargo, el ascenso del fascismo en Europa y la agresión de Japón en el Pacífico finalmente llevaron al estallido de la Segunda Guerra Mundial, arrastrando una vez más a Estados Unidos a conflictos globales.