- Aumento del fascismo y el autoritarismo: El nacionalismo jugó un papel en el surgimiento de regímenes autoritarios en Europa, como el fascismo en Italia y el nazismo en Alemania. El énfasis en el excepcionalismo y los agravios nacionales allanó el camino para estas ideologías, lo que condujo a políticas agresivas y expansiones territoriales.
- Disputas Territoriales: Los sentimientos nacionalistas alimentaron disputas territoriales y conflictos fronterizos entre países, especialmente después del rediseño de las fronteras después de la Primera Guerra Mundial. Estas disputas exacerbaron las tensiones y aumentaron el riesgo de enfrentamientos militares.
- Expansionismo e Imperialismo: Las aspiraciones nacionalistas de expansión y control de territorios llevaron a políticas imperialistas, donde los países buscaban adquirir y mantener colonias o influencia sobre otras regiones. La competencia por los recursos y el control de áreas geoestratégicamente importantes aumentaron las tensiones globales.
- Nacionalismo Económico: Tras las perturbaciones económicas de la Primera Guerra Mundial, los países adoptaron medidas proteccionistas y políticas económicas que priorizaron el interés nacional por encima de la cooperación global. Esto contribuyó a las rivalidades económicas e impidió los esfuerzos de recuperación de la posguerra a escala global.
- Nacionalismo cultural: Las fuertes identidades culturales y el orgullo nacionalista contribuyeron a los conflictos étnicos y las tensiones entre diferentes grupos dentro de los países y entre naciones. Los intentos de afirmar el dominio cultural o defender las identidades culturales se convirtieron en focos de violencia.
- Movimientos anticoloniales: Los movimientos nacionalistas en las regiones colonizadas ganaron impulso en respuesta a las potencias coloniales opresivas después de la Primera Guerra Mundial. Estos conflictos y luchas por la descolonización agravaron aún más las tensiones geopolíticas globales.
- Carrera armamentista y militarización: Las rivalidades nacionales y los temores de agresión alimentaron una carrera armamentista entre países, aumentando el gasto militar y el potencial de conflicto armado.
- Revisiones del tratado: La revisión y reajuste de tratados, como el Tratado de Versalles, que puso fin a la Primera Guerra Mundial, generó resentimiento y deseo de venganza, preparando el escenario para futuras confrontaciones.
En general, los sentimientos nacionalistas extremos, las disputas territoriales y la manipulación política de las ideologías nacionalistas contribuyeron al estallido de la Segunda Guerra Mundial y a la continuación de los conflictos globales después de la Primera Guerra Mundial.