2. Innovación Tecnológica: Estados Unidos invirtió en investigación y desarrollo para mejorar las capacidades tecnológicas de sus buques de guerra. Esto incluyó avances en técnicas de construcción naval, sistemas de propulsión, armamento, radar, sonar y equipos de navegación.
3. Producción y Recursos Industriales: Estados Unidos poseía abundantes recursos naturales, como acero, aluminio y petróleo, que eran esenciales para la construcción naval. El país también movilizó su base industrial en tiempos de guerra o de mayores necesidades militares para acelerar la producción.
4. Alianzas y asociaciones estratégicas: Estados Unidos formó alianzas y asociaciones con otras naciones, a menudo intercambiando tecnología, recursos y apoyo. Esto permitió a Estados Unidos fortalecer sus capacidades navales y mantener una presencia global.
5. Reclutamiento y capacitación: Estados Unidos se centró en reclutar y capacitar personal naval altamente calificado, incluidos marineros, oficiales, ingenieros y aviadores. Esto aseguró que la marina contara con personas capaces que pudieran operar y mantener sus barcos y equipos de manera efectiva.
6. Expansión de la Base Naval: Estados Unidos estableció y amplió bases navales tanto en su país como en lugares estratégicos de todo el mundo. Esto proporcionó apoyo logístico, estaciones de combustible e instalaciones de reparación, lo que permitió a la marina proyectar poder y ampliar su alcance.
7. Adquisición de Territorios de Ultramar: A finales del siglo XIX y principios del XX, Estados Unidos adquirió territorios y protectorados de ultramar, como Guam, Puerto Rico y Filipinas. Estos territorios proporcionaron ubicaciones estratégicas para bases navales y mejoraron la capacidad de Estados Unidos para proyectar poder en diferentes regiones.