Historia de Sudamérica

El pensamiento educativo de José Antonio Encinas

El pasado viernes se clausuró el Congreso de Encinas en su quinta edición. Spill Magisterial organiza este evento académico cada dos años desde 2006, con el fin de brindar herramientas pedagógicas útiles a los profesionales de la educación. Más de 800 profesores de Lima y provincias participaron en las decenas de conferencias, seminarios, mesas redondas y talleres que se desarrollaron entre el 17 y el 21 de febrero. Este Congreso Internacional de Educación lleva el nombre de una de las figuras emblemáticas del proceso educativo nacional . El pensamiento educativo de José Antonio Encinas , honrado con el nombre de nuestro popular Congreso Internacional, es hoy más relevante que nunca. Veamos por qué:


La composición dentro de las estructuras sociales del Perú no ha cambiado mucho desde la época del educador peruano José Antonio Encinas (1888-1958). Por eso su pensamiento sigue vigente hoy, 56 años después de su muerte.

La realidad es algo muy complejo y dependiente de muchos factores, algunos de los cuales pueden verse influenciados por la actividad humana y otros que están fuera del rango de acción de quienes intervienen. Este hecho lo entendió muy claramente este impulsor de las reformas educativas en el Perú de la primera mitad del siglo XX.

En el pensamiento sobre educación que impulsó José Antonio Encinas , la cuestión indígena jugó un papel central. Según Encinas, era fundamental comprender al indígena desde su dimensión humana para desarrollar un sistema educativo que le permitiera desarrollar todo su potencial. El indígena, como todo ser humano, vive, crece, percibe y socializa dentro de una realidad que aprehende e internaliza en el proceso de desarrollo de su personalidad.

La idea esencial en el pensamiento educativo de José Antonio Encinas Sostuvo que la forma más adecuada de integrar a los indígenas a la vida social común del país es comprender su realidad cotidiana individual, económica y social para crear y adaptar un sistema de métodos educativos que vayan de la mano con esta realidad. . Encinas pensó que no sirve de mucho intentar instruir a los indígenas con procedimientos de enseñanza elaborados para otros individuos de una comunidad social muy diferente.

El contexto histórico en el que José Antonio Encinas elabora sus postulados sobre la educación, es un contexto en el que varios grupos de la sociedad abogaron por la reivindicación del grupo indígena como un grupo social tan valioso como los demás que formaron las estructuras sociales del Perú en la primera mitad del siglo XX. /Q>

El destacado educador puneño consideró que era posible utilizar la escuela como un espacio animado y vivo para introducirla en el proceso educativo del niño y así cambiar la forma en que que el niño aprenda a percibir y afrontar su entorno. Este cambio en la cosmovisión del indígena lograría cambiar la formación de su personalidad de manera que se sintiera parte de un todo y no un elemento aislado y explotado.

Encinas pensó que la escuela no debe circunscribirse al papel de una entidad que sólo ayuda al individuo a aprender a leer y escribir, sino que además de cumplir esta función, la En la escuela debía asumir un papel que ayudara a mejorar el entorno social de los indígenas. Este entorno está íntimamente relacionado con el mejoramiento de las condiciones en las que los indígenas practican la tarea central de su vida en comunidad, la agricultura. De esta manera, el nativo sentiría que a través de la educación que le brinda el sistema educativo, más específicamente las escuelas, podría forjar su propio destino, componente esencial en la vida de cualquier grupo social.

La naturaleza del pensamiento de Encinas buscó sin duda sentar las bases que hicieran posible un cambio para un horizonte temporal que iba más allá del inmediato. La promoción de una reorganización que asignara un papel más activo a la comunidad indígena fue un componente fundamental de las reformas educativas propuestas por Encinas.

La mayoría de las ideas de este influyente pensador peruano no se limitaron a refrendar el carácter asistencial de la mayoría de los programas y propuestas estatales, sino que buscaron hacer al individuo, en este caso indígena. , un individuo capaz de tomar el destino en sus propias manos para darle la forma que mejor le parezca.

Para alcanzar los objetivos de este sistema educativo inclusivo, sería necesario formar docentes conscientes, sensibles y perceptivos respecto del origen socioétnico de cada niño, docentes capaces de penetrar desde esta base en la compleja estructura del pensamiento humano, guiar al estudiante en su formación educativa. El tipo de escuela que formaría a estos docentes se conoció como modelo de escuela social a desarrollar con el objetivo de lograr los cambios esperados.

El enfoque de Encinas fue, sin duda, adelantado a su tiempo. Su visión de la educación óptima proponía la creación de escuelas que fueran formadoras integrales de los niños, es decir, centros educativos con una perspectiva holística de todas las actividades que forman parte de la vida del individuo dentro de su entorno y contexto social:trabajo, distracción. , forma de relacionarse socialmente, costumbres culturales, cosmovisión, ubicación geográfica, etc.

En el Perú de hoy, el problema que expuso Encinas prácticamente no ha cambiado. La propuesta de un tipo de escuela que forme a las personas de manera integral y que sensibilice a los niños, a los hombres, sobre su origen, ocupación, realidad y sentimientos, sigue siendo una propuesta prevaleciente y una tarea pendiente.


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