El impeachment a Dilma Rousseff tuvo lugar en agosto de 2016.
Dilma fue destituida por el Senado acusada de un delito de responsabilidad fiscal.
Origen
Los autores del pedido de destitución de Dilma Rousseff alegaron que ella maquilló las cuentas públicas y no respetó la ley de presupuesto durante la campaña electoral. El objetivo sería dar una falsa sensación de seguridad a la economía y garantizar la reelección en 2014.
Las maniobras fueron denominadas "pedalaje fiscal" en alusión a la actividad física preferida del político. Solía andar en bicicleta en su tiempo libre. Y la palabra "pedal" usada de forma vulgar significa "engañar".
En la primera legislatura, que comenzó en 2011, Dilma se basó en el legado positivo del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva para gobernar. Durante su gobierno, el país fue golpeado por una crisis económica que afectó también a otros mercados.
Pronunciamiento de Dilma tras ser destituida de la Presidencia
A pesar de los temores de la población sobre la economía, Dilma ganó las elecciones en la segunda vuelta contra Aécio Neves, del PSDB (Partido da Social Democracia Brasileira). Una vez más, Temer se mantuvo como vicepresidente de la fórmula, que obtuvo el 51,64% de los votos contra el 48,26% de la oposición.
Los resultados de las encuestas fueron cuestionados y dividieron al país.
Los principales votantes de Dilma Rousseff estaban en el Nordeste. La región es históricamente la más pobre de Brasil y recibió la mayor proporción de programas sociales. Para la oposición, los programas se utilizaron para obtener votos y garantizar que el Partido de los Trabajadores permanezca en el poder.
Al inicio del segundo gobierno, Dilma recibió presiones del entonces presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, del PMDB. Cunha fue líder del gobierno en la Cámara y rompió con la Presidencia de la República el 17 de julio de 2015.
Crisis política
Las agencias internacionales de calificación de riesgo de inversión rebajaron las calificaciones de Brasil. En la práctica, a los inversores se les dijo que era arriesgado invertir en el país y que existía un gran riesgo de perder dinero si lo hacían.
De esta manera, la crisis política se vio exacerbada por la crisis económica. Esto se debe a que sin tener una mayoría en la Cámara de Diputados, un presidente no puede aprobar proyectos de ley ni proyectos de ley.
La situación se vio agravada por varias manifestaciones promovidas por movimientos populares contra el aumento del coste de la vida.
Aprovechando el ambiente tenso, Cunha también anunció la existencia de varios pedidos de impeachment contra Dilma. Uno de ellos fue especial, ya que había sido registrado por el fundador del PT, los juristas Hélio Bicudo y Miguel Reale Júnior.
Ambos alegaron tres motivos para abrir el caso del presidente:
- Operación Lava Jato:El cambista Alberto Youssef alegó que Lula y Dilma conocían el esquema de corrupción de Petrobras;
- Creación de créditos complementarios, sin la necesaria autorización del Poder Legislativo, lo que caracterizaría un delito de responsabilidad fiscal;
- Pedalización fiscal:hacer que los bancos públicos paguen deudas que pertenecen al gobierno.
Esta solicitud fue aceptada por el diputado Eduardo Cunha en diciembre de 2015.
En su momento, Michel Temer criticó la posibilidad de un proceso de impeachment alegando inestabilidad nacional. Posteriormente, por las articulaciones de los sectores conservadores, cambiaría de opinión.
El 29 de marzo de 2016 le tocó a Temer romper con Dilma. Él le envió una carta afirmando ser simplemente un “diputado decorativo”.
Corrupción
Los partidos de izquierda y los movimientos sociales criticaron el proceso de destitución de Dilma. Afirmaron que era una maniobra eficiente para sacar al Partido de los Trabajadores del poder.
También acusaron a los políticos que apoyaron el impeachment de intentar frenar las investigaciones Lava Jato. La operación fue lanzada por la Policía Federal para combatir la corrupción.
Entre los citados y algunos acusados se encontraban los principales articuladores de la destitución. Las acusaciones de corrupción alcanzaron a Eduardo Cunha, Michel Temer y varios de los nombres elegidos para el ministerio que sucedió al presidido por Dilma.
Los diputados y senadores federales que votarían por la destitución de Dilma también fueron acusados de corrupción. Su oponente en 2014, Aécio Neves, no escapó a las investigaciones y fue citado. No hubo ningún cargo de corrupción contra el expresidente hasta la votación del impeachment.
Asimismo, la destitución de Dilma Rousseff se atribuyó a la política de alianzas elaborada por el Partido de los Trabajadores. El PT se alió con partidos tradicionales de derecha, como el PMDB, para permanecer en el poder.
Esto fue visto por los sectores más radicales del partido como una traición, ya que los aliados de derecha podrían no apoyar todos los puntos del programa del PT.
Tras la destitución definitiva de Dilma Rousseff, Michel Temer asumió la presidencia de la República.
Cronología del proceso de retirada
- 2 de diciembre de 2015 – El ex presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, admite el pedido de impeachment
- 17 de marzo de 2016 - tras sentencia del Supremo Tribunal Federal (STF), la Cámara nombró una comisión especial para analizar el caso
- La comisión especial estaba formada por 65 diputados que representaban a 24 partidos
- El expresidente tuvo cinco sesiones por defensa
- 11 de abril de 2016 – El comité de la Cámara presenta el informe final a favor de la destitución
- 17 de abril de 2016 – En el pleno, 367 diputados federales votaron a favor de la destitución y 137 en contra
- Con la aprobación de una mayoría de diputados, el proceso pasó al Senado
- 12 de mayo de 2016 – Dilma es destituida y Temer asume el poder de forma interina
- 25 de agosto – La sesión del Senado fue inaugurada por el presidente del STF, Ricardo Lewandowski
- 26 de agosto – Debate entre fiscalía y defensa
- 29 de agosto – Dilma presentó su defensa y fue interrogada por los senadores sobre los cargos que recibió
Resultado
El 31 de agosto, Dilma fue destituida definitivamente, con 61 senadores votando a favor de salir y 20 a favor de mantener el mandato.
La expresidenta no perdió sus derechos políticos, pudiendo presentarse nuevamente a cargos electivos.
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