A continuación se muestran algunos ejemplos específicos de infecciones bacterianas contra las que la penicilina puede ser eficaz:
* Infecciones del tracto respiratorio:
- Neumonía causada por Streptococcus pneumoniae, Streptococcus pyogenes o Staphylococcus aureus.
- Amigdalitis y faringitis causadas por Streptococcus pyogenes.
* Infecciones de piel y tejidos blandos:
- Celulitis y abscesos causados por Staphylococcus aureus o Streptococcus pyogenes
* Infecciones del tracto urogenital:
- Infecciones del tracto urinario causadas por bacterias susceptibles como Escherichia coli o Proteus mirabilis
- La penicilina también es eficaz contra algunos tipos de infecciones de transmisión sexual (ITS) causada por bacterias, incluyendo:
- Gonorrea causada por Neisseria gonorrea bacterias
Es importante tener en cuenta que no todas las infecciones bacterianas se pueden tratar con penicilina. Ciertas bacterias han desarrollado resistencia a la penicilina con el tiempo. Por lo tanto, es fundamental consultar a un profesional de la salud para determinar si la penicilina es el antibiótico adecuado para una infección en particular y para garantizar la dosis y la duración de uso adecuadas.