El búnker estaba ubicado a unos 200 pies debajo del letrero y fue construido con hormigón armado. Estaba equipado con suministros de emergencia, como alimentos, agua y botiquines médicos, y podía albergar hasta 50 personas. El búnker también disponía de radio y teléfono para que sus ocupantes pudieran estar en contacto con el mundo exterior.
Se eligió el letrero de Hollywood como ubicación para el búnker porque era uno de los hitos más visibles de Los Ángeles. Se pensó que el búnker podría servir como símbolo de esperanza y resiliencia en caso de un ataque aéreo.
El búnker fue oficialmente dado de baja en 1945, tras el final de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, permanece intacto y todavía se puede visitar hoy. La Sociedad Histórica de Hollywood ofrece recorridos por el búnker.