1. Adopción de Constituciones Estatales: Después de la Revolución Americana, cada colonia recién independizada redactó su constitución para guiar su gobernanza y establecer un marco para su gobierno. Estas constituciones estatales delinearon los poderes de las diferentes ramas del gobierno, los derechos y responsabilidades de los ciudadanos y los principios de representación democrática. La ratificación de las constituciones estatales fue crucial porque dio legitimidad y autoridad legal a estos documentos fundacionales, asegurando una transición fluida del dominio colonial al autogobierno.
2. Ratificación de los Artículos de la Confederación: En 1781, el Congreso Continental aprobó los Artículos de la Confederación, que sirvieron como el primer acuerdo formal entre los trece estados independientes. La ratificación de los artículos requirió la aprobación de los trece estados para que entrara en vigor. El proceso de ratificación fue desafiante y tomó varios años, siendo Maryland el último estado en ratificarlo en 1781. Los Artículos de la Confederación representaron el primer intento de establecer un órgano de gobierno central, pero demostró tener sus limitaciones, lo que llevó al desarrollo de un sistema federal más robusto bajo la Constitución de los Estados Unidos.
3. Ratificación de la Constitución de los Estados Unidos: La ratificación de la Constitución de los Estados Unidos fue posiblemente el evento más significativo relacionado con la ratificación durante este período. La Convención Constitucional de 1787 redactó la Constitución para abordar las deficiencias de los Artículos de la Confederación y crear un gobierno central más fuerte. La ratificación de la Constitución, sin embargo, requirió la aprobación de al menos nueve de los trece estados a través de convenciones especialmente convocadas para este fin. Los federalistas, que apoyaron la ratificación, emprendieron una vigorosa campaña para persuadir al público y a los legisladores estatales de sus méritos, mientras que los antifederalistas expresaron su preocupación por los derechos limitados de los individuos y los estados bajo el nuevo marco. El debate sobre la ratificación culminó en varias convenciones estatales, incluida la convención de ratificación en Virginia, donde James Madison y Patrick Henry entablaron apasionados debates. La ratificación final por parte de Rhode Island en 1790 marcó un momento crucial en la historia de Estados Unidos y simboliza el establecimiento de un nuevo gobierno federal bajo la Constitución de Estados Unidos.
En resumen, la ratificación fue de suma importancia durante la América colonial tardía, ya que formalizó procesos y documentos críticos que dieron forma a la formación de Estados Unidos. La ratificación de las constituciones estatales, los Artículos de la Confederación y, lo más importante, la Constitución de los Estados Unidos, sentó las bases para el autogobierno, el federalismo y los cimientos de la nación estadounidense moderna. Estas ratificaciones no fueron sólo procedimientos legales sino también un reflejo de las luchas, debates y aspiraciones que definieron esta era transformadora en la historia estadounidense.