Este sistema de gobierno propietario, sin embargo, enfrentó dificultades y tensiones sobre los derechos y poderes de los colonos. Finalmente, en 1719, el gobierno británico revocó los estatutos del Lord Propietario y estableció Carolina del Sur como colonia real. Según este nuevo acuerdo, la colonia estaba gobernada directamente por la Corona británica, con un gobernador designado por la realeza y un consejo de asesores. Los colonos tenían mayor representación y autonomía en este nuevo sistema, ya que se esperaba que el gobernador y el consejo trabajaran y cooperaran con los representantes electos del pueblo en las asambleas locales.
Con el tiempo, Carolina del Sur desarrolló su propio sistema de gobierno único, combinando elementos del derecho consuetudinario británico y las tradiciones con costumbres y prácticas locales. La colonia se dividió en condados y distritos, cada uno con sus propios funcionarios, tribunales y representantes electos locales. El sistema legal de la colonia se basó en el derecho consuetudinario inglés, pero con modificaciones e interpretaciones que tuvieron en cuenta las circunstancias y condiciones específicas de Carolina del Sur.