Para los agricultores, las características geográficas tenían una inmensa importancia a la hora de configurar sus medios de vida y su bienestar. Las tierras planas y fértiles eran apreciadas por su productividad agrícola, lo que garantizaba que pudieran cultivarse con éxito. El acceso a fuentes de agua, como ríos o arroyos, era crucial para el riego y garantizar cosechas sostenibles. La composición del suelo y el clima desempeñaron papeles vitales a la hora de determinar el crecimiento de cultivos específicos, lo que repercutió en la elección de productos agrícolas por parte de los agricultores y en la prosperidad agrícola general.
Soldados:ventajas tácticas, posiciones defensivas:
A diferencia de los agricultores, los soldados analizaban las características geográficas desde una perspectiva militar. Se centraron en identificar posiciones defensivas naturales, como terrenos elevados o pasos de montaña estratégicos que ofrecieran ventajas en la guerra. El cruce de ríos se convirtió en puntos críticos de los enfrentamientos, ya que podían impedir o facilitar el movimiento de tropas. Comprender la complejidad del terreno era esencial para planificar estrategias ofensivas o defensivas eficaces, influir en el curso de las batallas y determinar potencialmente la victoria o la derrota.