1. Sentimiento aislacionista: Al comienzo de la Primera Guerra Mundial, Estados Unidos tenía una fuerte tradición de aislacionismo, lo que significaba que buscaba evitar involucrarse en conflictos extranjeros y centrarse en asuntos internos. Los aislacionistas creían que la participación en las guerras europeas sólo desviaría recursos y energías del desarrollo de la nación.
2. Neutralidad: El presidente Woodrow Wilson inicialmente intentó mantener la neutralidad de Estados Unidos a pesar de las crecientes tensiones y presiones. Creía que la mejor manera de servir a los intereses estadounidenses era permanecer imparcial y evitar tomar partido, aunque la opinión pública estaba cada vez más dividida entre quienes favorecían a los aliados (Gran Bretaña, Francia y Rusia) y quienes apoyaban a Alemania y Austria-Hungría.
3. La guerra submarina y el telegrama de Zimmermann: La campaña de guerra submarina sin restricciones emprendida por Alemania, que resultó en el hundimiento de buques mercantes estadounidenses y la pérdida de vidas estadounidenses, jugó un papel importante en empujar a Estados Unidos hacia la guerra. Además, la interceptación y publicación del Telegrama Zimmermann -un mensaje secreto de Alemania proponiendo una alianza con México para invadir Estados Unidos- enardeció aún más el sentimiento público y convenció a muchos de que Alemania representaba una amenaza directa a la seguridad y los intereses estadounidenses.
4. Factores Económicos: Los vínculos económicos entre Estados Unidos y las naciones aliadas influyeron en el proceso de toma de decisiones. Los aliados dependían en gran medida de los suministros y el apoyo financiero estadounidenses, y sus economías estaban estrechamente vinculadas. Por lo tanto, apoyar a los aliados tenía sentido económico para Estados Unidos.
5. Presión pública y propaganda: A medida que la opinión pública en Estados Unidos se inclinaba hacia el apoyo a los aliados, aumentó la presión sobre el gobierno para que tomara medidas. Las campañas de propaganda y la cobertura de los medios alimentaron fuertes sentimientos antialemanes y reforzaron la idea de que Estados Unidos tenía la obligación moral de intervenir y proteger la democracia y la libertad en Europa.
En última instancia, una combinación de factores, incluida la campaña de guerra submarina sin restricciones, incidentes diplomáticos como el Telegrama Zimmermann, consideraciones económicas, presión pública y propaganda contribuyeron a que Estados Unidos se uniera a la Primera Guerra Mundial en 1917. Si bien es imposible afirmar con certeza si El país podría haber permanecido neutral indefinidamente, pero estos factores jugaron un papel importante en la configuración de su decisión.