Valor alto: La caña de azúcar cultivada en regiones tropicales y subtropicales requería mucha mano de obra, especialización y una considerable inversión de capital para cultivarla. El procesamiento del azúcar también requería maquinaria y conocimientos especializados. Como resultado, los costos de producción eran altos, lo que hacía del azúcar un bien valioso y costoso.
Escasez y demanda: El azúcar no siempre fue de fácil acceso ni se produjo en grandes cantidades. Era un producto exótico obtenido a través de rutas comerciales de larga distancia, especialmente durante los períodos anteriores. Debido a su limitada disponibilidad, el azúcar era muy buscado y alcanzaba precios elevados en los mercados.
Símbolo de riqueza y lujo: El azúcar se asociaba a menudo con el lujo, la opulencia y la indulgencia. Se consideraba un manjar y un símbolo de estatus, especialmente entre las clases altas. El consumo de azúcar era una forma de exhibir riqueza y prestigio social, y se convirtió en parte integral de extravagantes banquetes y creaciones culinarias.
Mecenazgo real e impuestos: En algunas sociedades, la producción y el comercio de azúcar estaban estrictamente controlados por las autoridades o gobiernos reales. Impusieron altos impuestos al azúcar, convirtiéndolo en una fuente esencial de ingresos para el estado. Esto contribuyó aún más a la noción del azúcar como un producto prestigioso y valioso.
Economías y comercio coloniales: Las plantaciones de azúcar establecidas en el Caribe y otras regiones se volvieron muy lucrativas durante la era colonial. Estas plantaciones dependían del trabajo esclavo para cultivar y cosechar caña de azúcar a gran escala. El comercio mundial de azúcar generó ganancias sustanciales para los propietarios de plantaciones y los comerciantes involucrados en las rutas comerciales, lo que contribuyó a la riqueza asociada con la producción de azúcar.
Por lo tanto, el azúcar se consideraba un cultivo rico principalmente debido a su alto valor de mercado, disponibilidad limitada, estatus lujoso, patrocinio real y la riqueza que generaba para los productores, comerciantes y economías coloniales.