1. Economías de escala: Las fábricas podían producir bienes en una escala mucho mayor que las plantaciones individuales, lo que les permitía aprovechar las economías de escala y reducir el costo de producción.
2. División del trabajo: Las fábricas podían dividir la mano de obra en tareas más pequeñas y especializadas, lo que aumentaba la eficiencia y la productividad.
3. Mecanización: Las fábricas podían utilizar máquinas para automatizar tareas que antes se hacían a mano, lo que aumentaba aún más la productividad.
4. Acceso al capital: Las fábricas tenían acceso a más capital que las plantaciones, lo que les permitía invertir en nueva maquinaria y tecnología.
5. Transporte: Las fábricas estaban ubicadas en las ciudades, lo que les daba acceso a mejores redes de transporte, lo que facilitaba el envío de mercancías al mercado.
Como resultado de estos factores, las fábricas del Norte pudieron producir bienes de manera más barata y eficiente que las plantaciones del Sur, lo que les dio una ventaja significativa en el mercado.