La reacción del Norte a la decisión de Dred Scott fue abrumadoramente negativa. Muchos norteños vieron la decisión como una traición a los principios de libertad e igualdad sobre los que se fundó Estados Unidos. Argumentaron que la decisión permitiría que la esclavitud se expandiera a nuevos territorios y así perpetuar la institución de la esclavitud en los Estados Unidos.
La decisión de Dred Scott también provocó una ola de activismo político en el Norte. A raíz de la decisión, muchos norteños se unieron al Partido Republicano, que se opuso a la expansión de la esclavitud y abogó por la abolición de la esclavitud en los Estados Unidos. El Partido Republicano creció rápidamente en popularidad y fuerza, y en 1860, su candidato, Abraham Lincoln, fue elegido presidente.
Reacción del Sur
En contraste con la reacción del Norte, la reacción del Sur a la decisión de Dred Scott fue abrumadoramente positiva. Muchos sureños vieron la decisión como una victoria para su forma de vida y como una reivindicación de su creencia en la institución de la esclavitud. Argumentaron que la decisión ayudaría a proteger la esclavitud de la abolición y permitiría que la esclavitud siguiera existiendo en los Estados Unidos.
La decisión de Dred Scott también dio al Sur una sensación de confianza y seguridad en el futuro de la esclavitud. Muchos sureños creían que la decisión haría imposible que el Norte aboliera la esclavitud y que el Sur podría seguir manteniendo su sociedad esclavista. Esta confianza y seguridad ayudaron a envalentonar al Sur y condujeron a la secesión de once estados del Sur de la Unión y al estallido de la Guerra Civil estadounidense en 1861.
En conclusión, la decisión de Dred Scott tuvo un profundo impacto en los Estados Unidos y fue un factor importante que contribuyó a la Guerra Civil estadounidense. La recepción negativa de la decisión en el Norte y la recepción positiva en el Sur amplió aún más la brecha entre las dos regiones e hizo inevitable el estallido de la guerra.