Abogar por la abolición: Douglass fue un poderoso orador y escritor y utilizó su talento para abogar por la abolición de la esclavitud. Publicó varias obras influyentes, incluida su autobiografía, "Narrativa de la vida de Frederick Douglass, un esclavo americano", y el periódico abolicionista "The North Star".
Promoción de los derechos civiles: Después de la abolición de la esclavitud, Douglass continuó luchando por los derechos civiles de los afroamericanos. Estuvo involucrado en varias organizaciones y movimientos que trabajaron para garantizar el derecho al voto, la igualdad de oportunidades y el fin de la segregación.
Servicio en el gobierno: Douglass ocupó varios puestos gubernamentales, incluido el de consultor de la Comisión Sanitaria de los Estados Unidos durante la Guerra Civil y el de mariscal de los Estados Unidos para el Distrito de Columbia. También fue designado por el presidente Benjamin Harrison como Ministro Residente y Cónsul General de los Estados Unidos en Haití en 1889.
Establecimiento de instituciones para la educación y el avance: Douglass se dedicó a mejorar las vidas de los afroamericanos a través de la educación y el avance. Fundó el Instituto Frederick Douglass, una escuela para afroamericanos en Rochester, Nueva York, y apoyó otras instituciones educativas.
Inspirando a las generaciones futuras: La vida y el trabajo de Douglass continúan inspirando a personas de todo el mundo. Se le considera una de las figuras más influyentes de la historia de Estados Unidos y su legado como defensor de los derechos humanos y la justicia social sigue siendo sólido.