La disminución de la producción industrial fue particularmente evidente en las siguientes industrias clave:
1. Fabricación: El sector manufacturero se vio gravemente afectado por la crisis económica. La producción en industrias como la automovilística, la siderúrgica, la textil y la de materiales de construcción se desplomó a medida que la demanda de bienes y servicios disminuyó drásticamente debido a la reducción del gasto de los consumidores y de las inversiones empresariales.
2. Minería: La industria minera, que depende en gran medida de los sectores manufacturero y de la construcción, también experimentó una fuerte caída de la producción. La producción de carbón, mineral de hierro y cobre disminuyó significativamente a medida que disminuyó la demanda de estas materias primas.
3. Construcción: La industria de la construcción estuvo entre los sectores más afectados durante la Gran Depresión. Los proyectos de construcción se paralizaron debido a la falta de financiación, lo que provocó una disminución masiva de la producción de materiales de construcción y un fuerte aumento de las tasas de desempleo dentro de la industria.
4. Bienes de consumo: La producción de bienes de consumo, incluidos electrodomésticos, muebles, ropa y alimentos procesados, experimentó una caída drástica a medida que los consumidores redujeron el gasto en medio de incertidumbres económicas y un creciente desempleo.
El efecto acumulativo de estas caídas de la producción fue una contracción significativa de la economía en general. Según estimaciones, la producción industrial disminuyó aproximadamente un 45% entre 1929 y 1932. Esta fuerte caída contribuyó a la pérdida generalizada de empleos, la pobreza y las dificultades sociales experimentadas durante la Gran Depresión.