Estados Unidos anexó la República de Texas en 1845. Esta fue una medida controvertida, ya que México todavía consideraba a Texas como su propio territorio. La anexión de Texas llevó a que México declarara la guerra a los Estados Unidos en 1846. Esta guerra duró dos años y terminó con el Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848. El tratado resultó en que Estados Unidos adquiriera una gran cantidad de tierra de México, incluyendo los actuales estados de California, Nevada, Utah, Arizona y Nuevo México.