1. Descifrado Mágico :Estados Unidos tuvo acceso a comunicaciones diplomáticas japonesas decodificadas a través de un programa conocido como "Magic". Estos descifrados proporcionaron información sobre las intenciones japonesas, incluidos los planes para un ataque a una base estadounidense no identificada. Sin embargo, no se mencionaron explícitamente el lugar exacto ni el momento del ataque.
2. Otra inteligencia :Estados Unidos también recopiló inteligencia a través de otras fuentes, como inteligencia humana e informes de sus embajadas en Asia. Estas fuentes indicaron que Japón se estaba preparando para acciones agresivas en el Pacífico, pero el objetivo específico no estaba claro.
3. Advertencias ambiguas :Algunos funcionarios estadounidenses, incluido el presidente Franklin D. Roosevelt, recibieron advertencias sobre la posibilidad de un ataque japonés. Estas advertencias eran a menudo de naturaleza general y no proporcionaban detalles precisos sobre la ubicación o el momento de un ataque.
4. Falta de especificidad :Si bien hubo indicios de que Japón podría estar planeando un ataque a los intereses estadounidenses, el objetivo específico de Pearl Harbor no se mencionó explícitamente en la inteligencia disponible en ese momento.
5. Desafíos de la comunicación :También hubo desafíos para comunicar y descifrar la información de inteligencia de manera efectiva entre diferentes agencias gubernamentales y ramas militares.
Es importante señalar que la medida en que los funcionarios estadounidenses procesaron, entendieron y actuaron en consecuencia de las advertencias que recibieron es una cuestión de investigación y debate histórico en curso. Algunos argumentan que las advertencias no se tomaron lo suficientemente en serio, mientras que otros sostienen que la inteligencia disponible fue insuficiente para predecir de manera concluyente el ataque a Pearl Harbor.