- Inmigración ilegal :Muchos colonos estadounidenses entraron a Texas ilegalmente, sin el permiso del gobierno mexicano. Esta afluencia de colonos provocó una mayor competencia por la tierra y los recursos y trastornó el orden social y político establecido.
- Diferencias culturales y religiosas :Los colonos estadounidenses trajeron consigo sus propias prácticas culturales y religiosas distintivas, que chocaron con las de la población mexicana predominantemente católica. Esta división cultural creó tensiones y malentendidos entre los dos grupos.
- Esclavitud :Los colonos estadounidenses trajeron consigo la institución de la esclavitud, que era aborrecible para muchos mexicanos. Si bien la esclavitud había existido en México durante el período colonial, había sido abolida cuando Estados Unidos anexó Texas. La introducción de la esclavitud por parte de los colonos estadounidenses fue una fuente importante de conflicto y desacuerdo.
- Destino Manifiesto :La creencia en el Destino Manifiesto, la idea de que Estados Unidos tenía el derecho divino de expandir su territorio por todo el continente norteamericano, fue ampliamente adoptada por los colonos estadounidenses en Texas. Esta ideología expansionista planteaba una amenaza directa a la soberanía y la integridad territorial de México.
- Competencia económica :La llegada de colonos estadounidenses trajo una mayor competencia económica en la región. Los colonos estadounidenses eran a menudo más prósperos que los mexicanos, y su éxito en el comercio y la agricultura socavaba los intereses económicos de muchos mexicanos. Esta rivalidad económica exacerbó las tensiones entre los dos grupos.
- Agitación política :Algunos colonos estadounidenses en Texas trabajaron activamente para socavar el dominio mexicano y promover la anexión de Texas por parte de Estados Unidos. Esta agitación política provocó una mayor desconfianza y sospecha por parte de las autoridades mexicanas y tensó aún más las relaciones entre las dos partes.
La combinación de estos factores contribuyó al creciente resentimiento y conflicto entre los colonos estadounidenses y los líderes mexicanos. En última instancia, estas tensiones culminaron en la Revolución de Texas y la eventual anexión de Texas por parte de Estados Unidos en 1845, lo que condujo a la Guerra México-Estadounidense.