Quinta y última entrada en el desembarco procedente del continente que buscó y consiguió deponer al ocupante del trono inglés. Seguimos con la guerra de las Rosas.
V.- 1485:la guerra de las Rosas. Ricardo III contra Enrique Tudor
El 9 de abril de 1483 murió Eduardo IV. Le sucedería su hijo Eduardo V, pero el hermano pequeño y mano derecha del difunto rey (Ricardo, duque de Gloucester) asestó un golpe que acabó con Eduardo V y su hermano, también llamado Ricardo, encarcelados en la Torre de Londres, con el Parlamento declarando ilegítimos a los hijos de Eduardo IV y Isabel Woodville y Gloucester coronado como rey Ricardo III.
Lo ocurrido con los príncipes de la Torre de Londres es uno de los grandes enigmas de la historia inglesa y sigue suscitando hoy vivas controversias en su país, pero va más allá del alcance de este artículo. Lo que nos interesa aquí es cómo Ricardo III acabaría perdiendo el trono a manos de Enrique Tudor. Esto nos obliga a volver a hablar de Juan de Gante, padre de Enrique IV y de Catalina de Valois, esposa de Enrique V.
Juan de Gante tuvo tres hijos con su amante Catherine Swynford, quien tomó el apellido Beaufort. Enrique IV validó la unión de su padre con Swynford. Sin embargo, dejó muy claro que tal pátina de legitimidad no implicaba el reconocimiento de ningún derecho a los títulos de su padre:ningún hombre llamado Beaufort estaría jamás en la fila para el trono de Inglaterra. El autor inglés Nathan Amin no está de acuerdo con esta afirmación.
En cuanto a la viuda de Enrique V, Catalina de Valois, había conocido a su regreso a Inglaterra a un noble galés llamado Owen Tudor con quien había tenido hasta cinco hijos, todos ellos medio hermanos de Enrique VI. P>
Una de las mujeres de la familia Beaufort, Margaret, se casó con uno de los hijos de Catherine y Owen, Edmund. Tras la muerte de Enrique VI y su hijo, la causa de la Casa de Lancaster había pasado a estar encabezada por Margarita Beaufort y su hijo con Edmundo, Enrique Tudor, que se encontraba exiliado en Francia.
El golpe de Estado de Ricardo III y las sospechas sobre la muerte de los príncipes de la Torre de Londres aunaron el descontento interno y externo ante la nueva situación. La viuda de Eduardo IV, Isabel Woodville, se alió con su antigua enemiga, Margarita Beaufort, y acordaron que si su hijo (Enrique Tudor) lograba llegar al trono, se casaría con su hija (Isabel de York). P>
Enrique hizo un primer intento de desembarcar en Inglaterra en 1483, que fue un fracaso a consecuencia del cual conspiradores en su favor, como el duque de Buckingham, fueron ejecutados. En 1485 Enrique Tudor lo intentó de nuevo y logró desembarcar en Milford Haven (Gales) al frente de una pequeña tropa de mercenarios franceses. Su intención era ir a Londres y proclamarse rey, y en el camino fue consiguiendo el apoyo de varios descontentos con Ricardo III. Ricardo viajó de Nottingham a Leicester para cortar la ruta de Enrique y convocó a todos los señores del reino, aunque no todos atendieron su llamado.
Ambos ejércitos se enfrentaron en Bosworth el 22 de agosto de 1485. La versión más conocida de esta batalla es la contenida en la obra de Shakespeare Ricardo III. (en el que el monarca pronuncia la famosa frase:“Un caballo, mi reino por un caballo”). Sin embargo, la visión de Shakespeare sobre la batalla de Bosworth en particular y sobre el reinado de Ricardo III en general no puede considerarse objetiva o imparcial.
Las tropas reales estaban algo superadas en número, pero el importante séquito de la familia Stanley no estaba al lado de la formación real, sino en una colina entre los dos ejércitos. Los Stanley habían luchado junto a los York en la Guerra de las Rosas, pero el matrimonio de lord Thomas Stanley con Margaret Beaufort hizo que los Stanley decidieran ponerse del lado de Henry al principio de la batalla.
Tudor decidió avanzar hacia el enemigo. Ricardo vio el movimiento y cargó decidido a acabar con la vida de su rival. Pero en la carga se cayó del caballo. Según la leyenda, su escolta intentó disuadirlo, pero Ricardo le señaló que ese día viviría o moriría como rey de Inglaterra.
Al ver al rey desmontar, las tropas de Enrique se abalanzaron contra él y Ricardo recibió múltiples heridas que le costaron la vida. La batalla duró poco más de una hora y cambió la historia de Inglaterra. Fue el último cargo de los Plantagenets, que ese día perdieron su trono ante la famosa dinastía Tudor.
Al final de la batalla, el vencedor se dirigió a Londres, donde fue coronado como Enrique VII. Hizo que el Parlamento fijara la fecha de su proclamación como rey el día antes de la Batalla de Bosworth, convirtiendo así a Ricardo III y a todos sus seguidores en rebeldes y traidores a la Corona.
El cuerpo de Ricardo III fue trasladado a Leicester, donde fue enterrado sin ceremonia. Los rastros de sus restos estuvieron perdidos durante más de quinientos años, hasta que fueron encontrados en 2012 en un aparcamiento de Leicester… pero esa es otra historia.