Estos días se conmemora el primer aniversario del movimiento 15M. Surgió en mayo del año pasado (ver entradas del 04/04/2011 y 21/05/2011) despertó el interés tanto de los estudiosos de las ciencias sociales como de una población desbordada por la situación política y económica de España en aquel momento. Se convirtió en la expresión de un malestar que recorría todas las sociedades desarrolladas y que no se reflejaba en los instrumentos tradicionales de representación popular:partidos, sindicatos,... Desde España se extendió al mundo y se encontraron paralelismos con otros movimientos sociales como el movimiento antiglobalización o la llamada primavera árabe. De hecho, todos ellos tienen un valor común:demostrar que muchas personas no aceptan como incuestionables determinadas estructuras políticas o económicas.
¿Qué ha pasado este año? Podemos configurar algunos elementos:
- El 15M sigue siendo un movimiento sin una estructura jerárquica ni institucionalizada. Se mueve a través de la fácil comunicación que hoy permiten Internet y la telefonía móvil. Y no hay líderes permanentes.
- Ha logrado incorporar al debate público y político cuestiones que antes estaban fuera de él:las consecuencias humanas de los desahucios hipotecarios y la cuestión de la dación como solución, la representatividad de las instituciones políticas, los abusos de las élites políticas y económicas. .
- Ha mantenido vivas, en un contexto social de desmovilización y desencanto, algunas reivindicaciones sociales, políticas y económicas.
- Ya no está formado sólo por grupos de jóvenes, sino que a él se han sumado personas de todas las edades, así como de situaciones sociales y culturales muy diversas.
Su petición de cambios globales, su forma de organización y sus acciones, desprovistas de violencia, lo sitúan como un movimiento más propio de sociedades postindustriales en las que las formas de representación política y acción económica deben ser necesariamente diferentes a las creadas durante las industrializaciones. de los siglos XIX y XX.
Sin embargo, no podemos olvidar que se trata de un fenómeno muy relacionado con la actual crisis económica. Es una de las respuestas sociales que está produciendo la actual recesión; el otro es el ascenso de movimientos de extrema derecha que enarbolan la bandera de la xenofobia. Aunque no son fenómenos ni mucho menos comparables, sí implican, ambos, un cuestionamiento de los sistemas democráticos actuales.
El siguiente documental presenta un interesante estado de la cuestión de este tema. Se pudo ver en el programa Informe Semanal de RTVE el 12/05/2012.