En Alemania, la esvástica se utilizó por primera vez en el siglo XIX como símbolo del orgullo y nacionalismo germánico. Sin embargo, fue adoptado más tarde por el Partido Nazi, que hizo un uso extensivo del símbolo durante el Tercer Reich. Los nazis utilizaron la esvástica para representar su ideología racista y antisemita, y rápidamente se asoció con el odio, la opresión y la violencia.
Después de la Segunda Guerra Mundial, se prohibió el uso de la esvástica en Alemania. Sin embargo, el símbolo ha seguido siendo utilizado por grupos neonazis y de extrema derecha, que a menudo lo utilizan para expresar sus creencias racistas y antisemitas.
La esvástica es un símbolo profundamente controvertido y nunca debe usarse de una manera que promueva el racismo, el odio o la violencia.