Aumento de los ingresos del gobierno: El mercantilismo también condujo a un aumento de los ingresos del gobierno. Los aranceles y otras restricciones a las importaciones generaron ingresos para el gobierno, que podrían utilizarse para financiar proyectos y servicios públicos. Esto permitió al gobierno británico desempeñar un papel más activo en la economía y atender a sus ciudadanos.
Un ejército más fuerte: El mercantilismo también ayudó a crear un ejército más fuerte. La riqueza generada por las políticas mercantilistas permitió a Gran Bretaña construir una armada más grande y poderosa, que era esencial para proteger sus rutas terrestres y defender su imperio. Esto convirtió a Gran Bretaña en un oponente más formidable en los conflictos internacionales y ayudó a asegurar su dominio en la economía global.
Estabilidad social: El mercantilismo también contribuyó a la estabilidad social en Gran Bretaña. El crecimiento económico y el aumento de los ingresos gubernamentales generados por las políticas mercantilistas llevaron a un mayor nivel de vida para muchos británicos. Esto ayudó a reducir el malestar social y a crear una sociedad más estable.