Hoy, en las sociedades democráticas, el pueblo ejerce su pequeña cuota de poder actuando como soberano cuando participa en la elección de sus representantes después de soportar la campaña electoral que, junto con la cama y la guerra, es donde más mentiras se escuchan. Luego, luego de las votaciones y recuentos correspondientes, llega el momento de poner en práctica el «donde dije digo, digo Diego » y dejar a la gente de lado. A estas alturas sólo nos queda protestar, manifestarnos o impulsar una Iniciativa Legislativa Popular , previsto en el artículo 87.3 de la Constitución, y que el Congreso lo admita a trámite.
¿Qué hicieron en la antigua Roma en estos casos en los que los políticos legislaban y gobernaban sin tener en cuenta al pueblo?
Tomaron medidas drásticas y, aparentemente, efectivas.
Patricios y Plebeyos
La República Romana (509 a.C.) puso fin a la Monarquía con la expulsión del último rey, Lucio Tarquinio el orgulloso . Aún así, no todos en Roma eran iguales:los patricios , descendientes de las primeras familias que habían fundado la ciudad, eran los únicos que podían formar parte del Senado y los únicos que podían ocupar cargos públicos. Por otro lado, los plebeyos , fuera del poder, fueron privados de ciertos derechos civiles pero de todas las obligaciones. Las tensiones entre estos dos grupos sociales llevaron a la Secessio Plebis (la secesión de los plebeyos).
Secesión Plebis
Durante esta acción de protesta, los plebeyos dejaron de ejercer sus responsabilidades y trabajos... una especie de huelga general que paralizó Roma y que, además, estuvo acompañada del abandono de la ciudad . La primera secesión tuvo lugar en el año 494 a.C. y el último en 287 a.C. Esta última, llamada secesión del Aventino , tuvo especial importancia porque fue la semilla de los plebiscitos . Los plebeyos abandonaron Roma y se congregaron en el monte Aventino, donde acordaron que las decisiones de los plebeyos (Plebis Scitum ) tendría fuerza de ley, no sólo para ellos, sino para todo el pueblo romano, sin la aprobación previa del Senado.
Decisiones del pueblo que prevalecen sobre la voluntad de los legisladores.